James Horner, recordando al gran compositor de música cinematográfica

James Roy Horner es uno de los más extraordinarios compositores de la historia del cine. Reconocido también como director de orquesta, cuenta con más de cien partituras para la gran pantalla, entre las que destacan Titanic, banda sonora más vendida de la historia del cine, y Avatar, la película más taquillera de todos los tiempos. Por su enorme influencia en la historia de la música cinematográfica, recordamos en este artículo al genial músico fallecido 2015. Descubre las mejores bandas sonoras de James Horner.

Nominado a los Premios Óscar en diez ocasiones, dos de ellas en el apartado de Mejor Canción y ocho en el apartado de Mejor Banda Sonora, logró dos estatuillas de la mano de Titanic, tanto en una como en otra categoría. Estas y otras razones, que comentaremos a continuación, son una oportunidad perfecta para recordar al gran escritor de música cinematográfica.

¿Quién fue James Horner?

Este compositor de bandas sonoras y director de orquesta estadounidense nació en Los Ángeles en 1953 y falleció en el Bosque nacional Los Padres, en el sur de California en 2015. Los hechos ocurrieron cuando pilotaba un pequeño aeroplano en solitario, al sufrir una avería que le hizo caer en barrena en la localidad de Ventucopa (Santa Bárbara). Horner era un apasionado de la aviación y, por desgracia, su afición le llevó a perder la vida.

Su excepcional talento para la música le permitió tocar el piano desde los cinco años, y poco después viajaba a Londres, para estudiar en el Royal College of Music. Consiguió el grado de maestro en Música en la Universidad del Sur de California y, tras varios trabajos puntuales con el American Film Institute, a finales de los 70 y principios de los 80, impartió clases de teoría de la música en UCLA. Pero en un corto plazo de tiempo se dio cuenta de que había nacido para crear música cinematográfica.

Las partituras de James Horner en sus primeros trabajos estuvieron al servicio de películas de acción como La dama de rojo o de aventuras, como Los magníficos del espacio. Posteriormente, escribió una excepcional partitura para la cinta Star Trek II: La ira de Khan, en el marco de la memorable saga galáctica.

En los años 90, Horner nos dejó obras como Braveheart y Apolo XIII, por las que obtuvo candidaturas a los Óscar. No sólo trabajó con los grandes directores, también usó su talento en pequeñas producciones como Me llaman Radio, Iris, Cristiada o Casa de arena y niebla.

El estilo musical de James Horner

Algunos teóricos consideran a Horner como uno de los máximos exponentes del lirismo instrumental y de la técnica de la composición descriptiva, basada en motivos musicales muy utilizada en los 80 y los 90, de clara inspiración clásica. Sus diseños melódicos y armónicos ofrecen una música pausada, alargando las notas y con una personalidad melódica muy expresiva.

Pero lo que le hizo merecer el Olimpo de los compositores de bandas sonoras, es su capacidad para interpretar géneros cinematográficos y ambientes sonoros tan novedosos como característicos, obteniendo un estilo personal, inconfundible y totalmente reconocible a través de los años.

El hecho de tocar el piano como un maestro, le ayudó sin duda a hacerse una idea global de las composiciones para cine. Pero también la extrañeza de otros instrumentos que dominaba, por ejemplo, el corno francés, de gran nobleza y que utilizó frecuentemente en sus películas. Su estilo se nutre de la sinfonía, al igual que los de Jerry Goldsmith y John Williams, pero también se atrevió con el sintetizador, siendo un gran virtuoso e integrándolo perfectamente en la gran orquesta.

La utilización de este instrumento, indudablemente proviene de sus colaboraciones con el gran Roger Corman. Horner, contratado por la New World Pictures en 1979, comenzó sus colaboraciones con este mítico director, estandarte de la Serie B. Dado que el director no sabía nada de música ni le interesaba, el compositor tuvo total libertad a la hora de componer piezas para películas como The Lady in Red o Up from the Depths. Su estilo también está marcado por insertar fragmentos de piezas clásicas, como el Segundo Movimiento de la 11 Sinfonía de Shostakovich.

Premios y nominaciones de Horner a los Premios Óscar

Fue nominado a los Premios Óscar en hasta diez veces. Dos estas nominaciones fueron en el apartado de Mejor Canción y ocho en la categoría a la Mejor Banda Sonora. En este caso las películas que optaron a tan importante reconocimiento fueron: Aliens, el regreso (1986), Campo de sueños (1989), Braveheart (1995), Apolo 13 (1995), Titanic (1997), A Beautiful Mind (2001), Casa de Arena y niebla (2003) y Avatar (2009). Obtuvo dos estatuillas con Titanic, una como Mejor Banda Sonora otra como Mejor Canción.

El éxito de la música de Titanic

La celebridad de la música en el Titanic de James Cameron parte de dos vertientes. Por un lado, la inolvidable canción My heart Will go on, interpretada por Celine Dion, compuesta por Horner y escrita por Will Jennings, que fue un soplo nuevo y fresco de la música pop aplicada al cine. A pesar de su fulminante trayectoria, la canción estuvo a punto de no incluirse en la película. Por un lado, Dion no quería que las bandas sonoras fueran un cliché en su carrera y, por otro, James Cameron le dijo a Horner que no quería canciones con letra en la película.

A pesar de eso, el compositor no se detuvo hasta que consiguió el visto bueno para que formara parte de la banda sonora. Horner llegó con la propuesta de My heart will go on, al piano, la balada que interpretaría la canadiense y que ella no consideraba como un reto vocal. Finalmente, consiguieron convencerla.

Por otro lado, Horner, como compositor de la música de Titanic se encumbró en la fama. Al igual que la película, el álbum tuvo un rotundo éxito, con más de 30 millones de copias vendidas, convirtiéndose en uno de los álbumes con más éxito comercial de la historia.

La banda sonora obtuvo multitud de premios, entre los que destaca el Óscar en 1998, por las dos categorías. Ante el éxito cosechado, la banda sonora tuvo un segundo álbum compuesto por Horner y llamado Back to Titanic. Ese álbum, lanzado en 1998, es una mezcla de material del disco anterior con material nuevo.

Las mejores bandas sonoras de James Horner

Titanic (1997), se encuentra sin duda entre las cuatro mejores bandas sonoras de James Horner, pero hay también otras tres que podríamos incluir en un pódium a cuatro, a lo largo de su carrera. La primera de ellas sería Jumanji (1995), aquella aventura familiar con Robin Williams como protagonista. La partitura de Horner aporta principalmente, lo que necesita la cinta, alegría a raudales; unas notas que han quedado grabadas en la memoria colectiva de los aficionados al cine. La película llegó a recaudar más de 262 millones de dólares.

Otra de estas míticas bandas sonoras es la de Willow (1988), una aventura de espada y brujería que marcó la infancia de muchos niños, en la que el compositor homenajea fragmentos de las sinfonías de Robert Schumann. La última de este olimpo horneriano sería Avatar (2009). James Cameron volvió a contar con Horner después de otras colaboraciones como Aliens: El regreso, para esta súper aventura rodada en 3D, que redescubrió el cine contemporáneo en su vertiente más digital. Su banda sonora es llamativa y emocionante y refuerza con maestría el controvertido guion.

La música de James Horner en la FSO

Nuestra Film Symphony Orchestra tiene habitualmente presente a Horner en sus set-list. La mejor música de cine en concierto, protagonizada por FSO, cuenta en su mayoría de espectáculos con estas míticas bandas sonoras del angelino, con especial prominencia de las de Willow y Titanic. Pero Constantino Martínez-Orts siempre tiene un espacio para otras bandas sonoras de Horner como Braveheart o Leyendas de Pasión. Asistir a la actual gira Fénix, es una ocasión irrechazable de disfrutar de la música para recordar al inolvidable James Horner.

Este compositor forjó su propio destino y su carrera en el séptimo arte. Nacido como músico para cine en la ciencia ficción de serie B, alcanzó la fama y el reconocimiento mundial con la inolvidable Titanic, que podemos considerar su obra más fascinante y valiosa para la historia de la música. Su reconocimiento por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematrográficas de los Estados Unidos, así lo atestigua.

Por todo esto, Horner merece el homenaje que le brinda la FSO en sus conciertos, porque su trayectoria profesional es, sin duda, inspiración para muchos músicos y amantes del cine y el recuerdo de su música es un auténtico adalid para todos los que amamos la música de cine.