La música que se compone para las películas de terror tiene una especial relevancia narrativa. Es fácil que, en grandes clásicos del género, como Psicosis o la propia saga Halloween, nos traigan a la memoria sus temas principales en cuanto escuchamos o leemos sus títulos. “Golpes” musicales con compases a destiempo, gran volumen y buenas dosis de percusión y cuerdas desgarradas, potencian de la forma más efectiva las escenas más impactantes, aquellas destinadas a hacernos pasar un buen rato, sufriendo.
Cuando se trata de terror, la música es indispensable para evocar un ambiente de tensión, de miedo, que enfatiza los puntos álgidos del guion y las escenas clave. Violines, cellos y otros instrumentos de cuerda son perfectos para crear atmósferas góticas y crispadas, así como el lejano arrullo de sintetizador que favorece un misterio espectral. En ocasiones, estos temas principales de las bandas sonoras de cine de miedo, han pasado a convertirse en iconos del séptimo arte, gracias a genios como John Carpenter, Wojciech Kilar o Bernard Herrmann.
La historia detrás de Halloween
La celebración de Halloween no siempre ha consistido en pedir caramelos, y realizar travesuras para disfrutar de momentos divertidos. Esta tradición tiene muchos años de vida y, con el tiempo, se ha ido adaptando hasta convertirse en la festividad comercial que conocemos hoy en día. Vamos a conocer los orígenes de esta celebración y sus símbolos más emblemáticos, dado que, con la inmigración de los irlandeses a Estados Unidos, la festividad fue tomando un rumbo diferente y menos tétrico y oscuro, hasta llegar al Halloween que conocemos hoy en día.
La tradición de las calabazas tiene su origen en la leyenda irlandesa de Jack O’Lantern, un hombre bebedor y estafador, que al morir no pudo entrar al cielo a causa de sus pecados y, tampoco, al infierno. La razón fue un pacto con el diablo, para que nunca tomara su alma, por lo que se vio obligado a regresar al mundo de los vivos y vagar eternamente como un fantasma. Para iluminar su camino, Jack empleó un carbón encendido dentro de un rábano blanco.
Los celtas ahuecaban esta verdura crucífera ponían carbón dentro para alejar a los espíritus y demonios durante el Samhain. Esta fiesta gaélica se celebraba el 1 de noviembre y marcaba el final de la temporada de cosechas y el comienzo del invierno o la «mitad más oscura» del año. Las celebraciones comienzan en la tarde del 31 de octubre, ya que el día celta terminaba y comenzaba al atardecer.
También los depositaban en las tumbas de sus seres queridos para iluminar el camino de regreso al mundo de los vivos y darles la bienvenida. Los irlandeses al llegar a América conocieron las calabazas y la facilidad para ahuecarlas, por lo que así se inició la tradición de poner luz dentro de ellas.
¿Cuál es el significado de Halloween?
Denominada ‘Halloween’ por la contracción de la expresión ‘All Hallows Eve’ (Noche de Todos los Santos), la fiesta, como hemos dicho, tiene su origen en el mundo celta, concretamente en la citada fiesta pagana de Samhain.
En sus orígenes, que se remontan en este país europeo hasta hace más de 3.000 años y, dado que coincide con el solsticio de otoño, los campesinos celebraban el fin de la temporada, bajo la creencia de que durante esa noche del 31 de octubre los espíritus caminaban entre los vivos. Las leyendas expresan que los espíritus podían atravesar la línea que separaba el mundo de los vivos del de los muertos justo esa noche, porque era cuando esta más se estrechaba.
Según esas mismas leyendas, la gente se protegía de los espíritus malignos y los intentaba alejar mediante hogueras, o máscaras y disfraces para evitar ser reconocidos. También colocaban en sus casas huesos, calaveras o cualquier otro objeto relacionado con la muerte.
Películas de terror para ver en Halloween
En pleno otoño, con las hojas cayendo de los árboles, parece que un universo bucólico nos rodea. Es el momento de la calabaza, el tiempo de las películas de terror y de revisitar esas canciones que tanto nos atemorizan. Son muchos los clásicos del género que nos apetece ver en estas fechas, pero vamos a repasar nuestras favoritas, las que nos hacen tanto sufrir y al mismo tiempo nos encantan.
Drácula: un clásico del terror
Las versiones de la historia creada por Bram Stoker en su novela de fantasía gótica publicada en 1897 son muchas. Algunas de las más icónicas son la de Tod Browning en 1931, la de la Hammer, de Terence Fisher, en 1958 o el ‘Drácula de Bram Stoker’ de Coppola en 1992. En ella seguimos los pasos de Jonathan Harker hacia Transilvania, para la firma de la compra de unas propiedades en Londres. La leyenda de Vlad Tepes se convierte en historia del cine en manos de uno de los grandes genios que despuntaron en los años 70, junto a Spielberg, Lucas, Eastwood, Scorsese, Cimino, Scott o De Palma. Eran la Generación de los 70, el Nuevo cine estadounidense.
En esta, que no es una de las películas más miedo nos produce, sí es un hito en el cine gótico contemporáneo, una revisión del terror decimonónico, base cultural del género. Su banda sonora, creada por el compositor polaco Wojciech Kilar, estuvo a punto de ser candidata al Oscar y se caracteriza por su dramatismo y su inmensa capacidad para evocar el misterio y el horror. También es destacable el tema principal, Love Song for a Vampire, escrita por Annie Lennox.
El Exorcista y el miedo a lo sobrenatural
La obra maestra de William Friedkin sobre posesiones demoníacas contiene una belleza estética a la altura de los grandes maestros clásicos y sus actuaciones son de una calidad extrema. Por ello, y otras razones, como los efectos especiales, está considerada una de las películas más aterradoras de la historia del cine. En pocas palabras, no hay una película mejor para verla por primera vez en Halloween, e incluso para verla por décimo tercera ocasión, siempre eso sí, con las luces apagadas y preparados para… “sufrir”.
Psicosis: una película icónica de Alfred Hitchcock
Psicosis es, sencillamente, la definición por antonomasia del cine de terror. Su escena de la ducha y la banda sonora del gran Bernard Herrmann, son iconos para estudiar en las universidades de cine. Si eres de los que aprecian el buen cine en blanco y negro, la mejor opción es sin duda esta obra basada en la novela de Robert Bloch.
Son muchas las interpretaciones que surgen de Psicosis, pero una de ellas podría ser un cuento con moraleja sobre los peligros de robarle a tu jefe, y por supuesto, sobre el peligro que puede representar el hecho de dormir en moteles de carretera regentados por un joven con un psicopático Complejo de Edipo. Esta gran obra maestra es una de las joyas del director británico, que aún conserva su poder. Se mete bajo tu piel y te pone de los nervios.
Tiburón: el clásico de terror en el agua
Ha sido mucha la influencia de esa generación del Nuevo cine estadounidense en el cine de género, además de la música. En el caso de Spielberg, nos dejó Tiburón, una reinvención del género. Todo en la película es magnífico, desde la dirección, la propia historia y los diálogos, hasta la banda sonora del genio John Williams, pasando también por los míticos efectos especiales. Está considerada el primer Blockbuster veraniego de la historia y precursora del llamado cine de tiburones. Este clásico inapelable obtuvo 3 Oscar e incluso optó al galardón a la Mejor Película. Williams obtuvo el Oscar por su increíble banda sonora.
¿Quién inventó la música de terror?
A principios del siglo XX, momento en el que comenzaba a introducirse en la sociedad un nuevo arte llamado cine, el médico austríaco Ernst Moro descubrió que el único miedo completamente innato en el ser humano, además del miedo a caer, es el miedo a los ruidos fuertes. Anteriormente y, hasta la actualidad, a lo largo del tiempo los compositores han identificado una serie de elementos en la música que perturban nuestros oídos y los han utilizado como herramientas para hacer que los proyectos audiovisuales de terror nos pongan los pelos de punta.
El tritono –un intervalo de tres tonos que equivale a una quinta disminuida o una cuarta aumentada- recibió el nombre de Diabolus in musica (el diablo en la música) en la Edad Media, porque se consideraba que su sonido era siniestro, disonante e inestable.
Entre otros sonidos que «incomodan» al oído humano, encontramos las tonalidades menores. En la música occidental, las tonalidades mayores están asociadas con emociones positivas como la alegría y la felicidad, mientras que las menores hacen alusión a lo oscuro, pesimista y sombrío. Un buen ejemplo de esto es Tocata y fuga en re menor, del compositor barroco Johann Sebastian Bach, una de las piezas más famosas escritas para órgano y usada ampliamente en películas de terror, como Dr. Jekyll and Mr. Hyde de 1931, The Black Cat de 1934, o El fantasma de la ópera de 1962, entre otras. A Bach, podríamos considerarlo como un precursor de la música de terror.
Threnody to the Victims of Hiroshima, que utiliza el adorno musical denominado glissando, es también precursora de este tipo de música, y ha sido empleada en filmes como Children of Men de Alfonso Cuarón o series como Twin Peaks de David Lynch. Además, existen otros recursos como los intervalos de segunda y séptima, utilizados en Jaws; instrumentos como el violín, el sintetizador, el waterphone y el theremín; y evidentemente los efectos de sonido o foleys. La Marcha Fúnebre Op. 35 de Fréderic Chopin o la Sinfonía nº 5 en do menor, op 67, de Ludwig Van Beethoven, son otros antecedentes.
¿Cuáles son las canciones más terroríficas?
El listado de las canciones más terroríficas de la historia de la música de cine, alberga los temas de la citada banda sonora de Drácula, de Wojciech Kilar; Pesadilla antes de Navidad, de Danny Elfman; Frankenstein, de Patrick Doyle; La profecía, de Jerry Goldsmith; Coco, de Michael Giacchino; Casper, de James Horner; o Gremlins, también de Jerry Goldsmith.
Dónde festejar Halloween con la música de los grandes clásicos de terror del cine
Todas estos terroríficos temas que hemos mencionado, los podrás encontrar en la gira DRACUL de la Film Symphony Orchestra, La mejor música de terror en concierto. Con DRACUL, los espectadores vivirán el espectáculo más escalofriante de la FSO. Esta gira te transportará a los rincones más siniestros del cine de suspense y de terror, con hechizos y conjuros peligrosos, bestias temibles, brujas, diablos y vampiros… ¡Prepárate para morir de miedo y vive una espeluznante noche de Halloween!, el próximo 31 de octubre en el Auditorio Nacional de Madrid.